Más que una casa de aldea es una puerta a otra dimensión, un salón donde acampar eternamente y dormitorios en los que el “no molesten” cobra verdadero sentido.
El inmueble, de alquiler íntegro, cuenta con cinco habitaciones dobles con baño, una de ellas accesible. Cocina equipada con frigorífico, vitrocerámica, horno, microondas y lavavajillas. Zona separada con lavadora/secadora. Chimenea. Ventilación con recuperador de calor. Techos de madera en la planta primera. Habitaciones aisladas acústicamente. Y, si no es suficiente, televisión e internet.
Edificio de energía casi nula.